Kathy Felsing
Los autores también son relevantes con menos publicaciones, su importancia o notoriedad pueden ser detectados por fuentes tan prestigiosas como la entrada a una reconocida editorial libro de referencia supervisado (enciclopedia, diccionario, etc) o de fuentes reputadas similares, como pescadores de perlas. -> El 14.07.2010 Kathy Felsings trabajo aparece en www.literra.info. Esto debería ser una fuente de confianza reconocida. Por lo tanto, se cumplen los criterios de relevancia, según el punto vorgenammtem. Saludos, - TPIY 17:08, 10 07 2010 (UTC) [1]
fragmento: A veces, en momentos raros y especiales, Nevaeh Morrison dejó fantasías. No debe confundirse con reflexiones y la palabra t ... m, que ya había eliminado por completo de su vocabulario. En pocos minutos esperaban el corredor que hace una semana cada mañana justo después del amanecer pasó a su lado ya que armaba el campamento. Sólo unas pocas decenas de metros de distancia. El aire estaba lleno de frescura de la noche. Al igual que él. Músculos en forma perfectamente bailaban bajo la piel curtida en el ritmo de sus pasos. Se movía con la esbeltez de una pantera, así como su pelo negro brillaba a la luz del sol. En el cuello se balanceó una trenza, con el que domó su melena. Tenía que ser un gigante cuando se tuvo en cuenta hasta la cantidad de capas de sedimentos en el acantilado se alzaba la cabeza. Ella sonrió. DC hoy tras ¬ mediodía se deslizaba tranquilamente para tomar muestras de rocas y medir qué tan grande podría ser en realidad. Ella creía que tenía que superar en casi la longitud de la cabeza, aunque era mayor que el promedio de californianas. |
Mit nur einem Werk ([8]) vermutlich unterhalb der Hürde. -- Wo st 01 (Di / ± / MP) 20:59, 5. Jul. 2010 (CEST) Leseprobe:Manchmal, in seltenen und besonderen Momenten, gestattete Nevaeh Morrison sich Fantasien. Nicht zu verwechseln mit Träumereien, und das Wort T…m hatte sie ohnehin komplett aus ihrem Wortschatz gestrichen. In wenigen Minuten erwartete sie den Jogger, der seit Aufbau des Camps vor einer Woche jeden Morgen kurz nach Sonnenaufgang an ihr vorbeilief. Nur ein paar Dutzend Yard entfernt. Die Luft war noch voller Frische von der Nacht. So wie er. Perfekt geformte Muskeln tanzten unter gebräunter Haut im Rhythmus seiner Schritte. Er bewegte sich mit der Geschmeidigkeit eines Panthers, und ebenso schwarz glänzte sein Haar im Sonnenlicht. Im Nacken wippte ein Zopf, mit dem er seine Mähne bändigte. Er musste ein Hüne sein, wenn sie berücksichtigte, bis zu welcher Höhe der Sedimentschichten in der Felswand sein Kopf aufragte. Sie lächelte. Gleich heute Nach¬mittag würde sie sich unauffällig davonstehlen, um Gesteinsproben zu nehmen und abzumessen, wie groß er tatsächlich sein mochte. Sie glaubte, dass er sie um fast eine Kopflänge überragen musste, obgleich sie größer war als der Durchschnitt der Kalifornierinnen. Ein Zweimetermann wie.. |